EMICA, resultado del metal y del tiempo

EMICA, resultado del metal y del tiempo

La revolución industrial se intuía en los años venideros. En Euskadi disponíamos del metal que contribuyó desde siempre, junto con la piedra, a la forja de nuestro carácter firme y robusto. Milenario era el conocimiento y las formas en que supimos fundirlo, alearlo, forjarlo y combinarlo.
Y por si eso fuera poco, disponíamos también a nuestros pies de un puerto con intensa actividad desde hacía ya siete siglos, orientado hacia Europa, a tiro de piedra de los principales mercados europeos, abierto al Atlántico con dos rutas principales hacia África y América, y embarcaciones diseñadas a medida de un bravo mar Cantábrico sin el cual no seríamos quienes somos.
No teníamos a mano, sin embargo, todas las tecnologías que las próximas décadas iban a exigir, así que, fieles a su ADN emprendedor, muchos fueron los empresarios vascos que salieron a buscarlas a países que nos llevaban la delantera.
Ese fue el caso de “El Material Industrial, Compañía Anónima”, EMICA que se fundó a finales de 1899 en Bilbao, como iniciativa de dos familias históricamente emprendedoras.
Dedicada inicialmente al comercio de bombas centrífugas, ventilación industrial y maquinaria en general, pronto comenzó la fabricación de bombas centrífugas y ventilación, con tecnología alemana de amplio prestigio internacional y disponiendo ya de patentes propias.
Emica sobrevivió a dos guerras mundiales, una civil y otras tantas frías, varias crisis globales, varios regímenes. Años de oro y años de plomo.
En todas aquellas décadas perteneció a grandes multinacionales y volvió en varias ocasiones a su origen familiar.
Siempre disputada. Siempre deseada.
Hoy, aquella empresa que nació hace 120 años en Bilbao, está presente en más de 40 países y legendaria es ya la característica robustez y fiabilidad de sus bombas, construidas con el mismo metal que dio fama mundial a nuestras espadas y arpones, barcos y trenes, grúas y puentes...
Emica es uno de los símbolos que subsistieron al memorable pasado que supuso la minería, la omnipresencia del hierro que se transformaba en Altos Hornos de Vizcaya y permitió el desarrollo de nuestra industria y nuestro país.
Hoy día, las herramientas han evolucionado, el mercado es más exigente, los competidores son ya multitud…, pero básicamente seguimos haciendo nuestras bombas de la misma manera, con el mismo metal, con la maestría y artesanía heredadas a pesar de lo convulso del siglo que nos ha tocado vivir.
Somos resultado del metal y del tiempo.


Somos Emica Bombas, expertos en bombeo desde 1899.

 

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